¿Es el montañismo un deporte, una pasión, o es solo una lucha de egos? Creo que puede ser un buen complemento de todas éstas, ya que si no fuera así tendríamos que retirarnos a contar historias de lo que fuimos alguna vez a través de la pantalla del computador, o bien como les recomiendo a todos, a dejar los pies en la montaña para dedicarnos a seguir construyendo sueños.
Muchos saben que los buenos montañistas existen dependiendo de cómo sean mirados por el público, ya sea por sus grandes logros deportivos, nuevas rutas técnicas, ochomiles, ascensos en solitario, etc. Algunos dirán que los buenos montañistas son aquellos que saben tomar decisiones y no se accidentan, o simplemente siguen vivos. Y respecto a eso he pensado mucho para qué sirve todo esto y me pregunté si es para seguir alimentando el ego y ser idolatrados para que el mundo nos observe o porque nos pusimos metas personales para tener grandes desafíos y que aprendimos a tener un estilo de vida que nos hace mejores personas.
Llegué a la conclusión de que nada de esto nos sirve si no somos capaces de entregar un mínimo de nuestro tiempo para contar nuestras EXPERIENCIAS. Esas que nos muestran qué tan humanos somos, qué tanto nos caemos, lloramos, reímos, frustramos o peleamos en nuestras rutas. Esa verdad que hace que un montañista sea bueno y no por vender una imagen de ilusiones, de logros que muchas veces no son tan ciertas, de tiempos que están solo en sus mentes y que hacen caer a grandes personas que quieren comenzar en ésta increíble actividad.
Por eso, el término “buenos montañistas” a veces es mejor dejarlo en nada, y prefiero e insto a seguir creando cultura y nuevos desafíos para que las personas que muchas veces se sienten inseguros puedan insertarse en un medio que se ve algunas veces hostil y poco accesible , pero que la verdad solo debemos aprender a conocerlo mejor, a motivarse y disfrutar de la vida de montaña.
Ahora la parte interesante de todo esto, ¿hay algo básico para iniciarme? Pues claro, o pensaban que sólo era un texto mas por leer. La primera recomendación, es promover a las nuevas generaciones como mencioné un poco mas arriba y que sean mejores que nosotros (todos pueden si se comprometen, son disciplinados y tienen sueños). Los niños son los principales artífices para recibir el conocimiento de las montañas y se empoderen de los mas de 3 mil kilómetros de cordillera que tenemos en Chile.
Tener MOTIVACIÓN. Puede ser una palabra simple para algunos, pero a mi me ha llevado a seguir creciendo como montañero, a soñar en nuevos desafíos y lograrlos. Ahora bien, una vez que tenemos esta motivación les sugiero observar a aquellos que saben un poco mas, ver como caminan, su forma de respirar o como toman decisiones importantes para ellos y los grupos, preguntar como empezaron, etc. Recuerden que todos tuvimos un inicio y no podemos dejar de aprender.
Buscar CAPACITARSE, para tener todas las herramientas y realizar la actividad de la mejor manera. Aquí es donde aparecen las instrucciones, talleres u otro curso que sirva para dejar de gatear y caminar como todo un experto si la experiencia lo permite. También hay que pensar que la mayoría de los accidentes de montaña ocurren por la falta de preparación (tanto técnica, como por la parte física que constantemente se deja de lado), y porque creemos que somos súper humanos, lo que en muchos casos nos eleva los niveles de confianza hasta las nubes hasta que ocurre el inimaginable accidente. Es en este momento, en el cual debemos ser capaces de tomar conciencia, detenernos unos minutos y pensar si lo estamos haciendo bien o no, si las condiciones que tengo son las mejores, si el equipo con el cuento es el ideal o simplemente si fui responsable de averiguar lo mínimo para salidas grupales o individuales, deben conocerse muy bien, ver sus limitaciones, los puntos altos y bajos de su propio cuerpo.
La segunda sugerencia, es equiparse correctamente para no pasar malos ratos en nuestras rutas. Muchas veces, por querer salir rápido a la montaña vamos a una tienda y nos compramos lo mejor en equipo y no tenemos la menor idea de si va a ser eficiente para la actividad. Por eso debemos buscar en internet para ver algunos tutoriales respecto al equipo de montaña que podemos usar, preguntar en algunos foros, consultar a algún amigo que tenga cierta experiencia. Nunca quedarse con lo que te digan por ahí, son ustedes los responsables de sus vidas y buscar la mejor manera de equiparse. Preguntas típicas como: ¿Para qué actividad será, por cuánto tiempo lo usaré, invierno o verano, es solo para un objetivo específico?, etc.
La tercera y última, es que por ningún motivo pierdan su esencia, esto los ayudará a tomar decisiones importante para conseguir sus objetivos. Y cuando sientan que están presionados por tanta información, o porque les dijeron que es fácil subir un cerro, o que con unas chapulinas se puede ir a caminar a estas zonas agrestes, recuerden que no es solo caminar, también es disfrutar con los amigos, aprender de aquellos que tienen más trayectoria y volver en óptimas condiciones a tu hogar para abrazar a tus seres queridos. Y como siempre digo, dedicarse a VIVIR.